miércoles, 12 de febrero de 2014

Se sincera la política argentina

Por Adrián Grana*

La salida de Othacehé de la órbita del kirchnerismo y su promocionado ingreso a las filas de quien dice venir a renovar, no hace más que sincerar un poco más la política argentina. Como viene ocurriendo hace rato, las fuertes definiciones de un proyecto nacional decidido a profundizar el proceso transformador, sin mezquindades ni especulaciones, deja a los mezquinos y los especuladores del lado de quien quiere representarlos: Sergio Massa.

No constituye una novedad que Othacehé (como Jesús Cariglino o Luis Acuña) estuviera incómodo conviviendo con el universo de ideas y de acciones que expresa el proyecto nacional fundado por Néstor Kirchner en 2003 y encabezado por la presidenta Cristina Fernández. Estuvo, como otros, motivado por la conveniencia de capitalizar la popularidad del kirchnerismo en el distrito de Merlo, como lo había hecho históricamente con otros gobiernos nacionales.

Ahora, temeroso de las consecuencias de no dar el brazo a torcer ante las corporaciones económicas y mediáticas, se sube al colectivo de aquel que es bendecido por esos mismos grupos de poder. El intendente de Merlo, un matón puro y duro con aires de faraón, se rebela ante lo que ayer aceptó a regañadientes, y se para donde más cómodo se siente, a la derecha y lejos de la gente. Su salida no afecta al kirchnerismo, cuya base social en Merlo está conformada por quienes acompañan la inmensa transformación iniciada hace más de una década y no por un puñado de extorsionadores que condicionan su apoyo a la conservación de sus propios privilegios, por encima de los derechos de las mayorías. Lo decimos con autoridad: siempre fuimos opositores a ese intendente y en 2013, cuando debimos bajar nuestra lista para priorizar las necesidades del proyecto nacional, lo hicimos sin mezquindad.

La llegada de Othacehé al massismo, en cambio, evidencia lo que hay detrás del mentiroso nombre de Frente Renovador: un rejunte de ejecutores de políticas de derecha simpáticas al establisment económico, que anhelan ganar espacio en los medios masivos de comunicación (al menos, no ser denunciados por sus desmanejos y arbitrariedades); una orquesta de ejecutantes de las mismas partituras económicas que llevaron al país al abismo en la dictadura y en los ’90, y que terminaron con el estallido político, social y económico del 2001. Basta ver quiénes avalan editorialmente estos movimientos y revisar qué avalaron en la historia de nuestro país, para saber qué sinfonía está dispuesto a tocar Massa y su banda de presuntos arrepentidos.  Juntos, todos ellos en ese espacio político, intentarán desandar el presente de crecimiento con inclusión social que vive el país y afectar lo más severamente al Gobierno nacional.

Son los grupos económicos que alientan procesos inflacionarios y corridas cambiaras, los que promocionan a estos dirigentes con el mismo objetivo de siempre: saquear los pesos que hay en los bolsillos de las familias argentinas para meterlos en las arcas de las grandes corporaciones, recuperando la desigualdad que el kirchnerismo se ocupó de reducir, aumentando el desempleo y la pobreza que este proceso nacional y popular combate y reapropiándose de los privilegios que perdieron en estos 10 años. También participan en este plan perverso los medios de comunicación concentrados, quienes repiten esas propuestas hasta el cansancio, y la embajada estadounidense, que siempre alentó gobiernos impopulares y concentradores.

Harto de viajar incómodo en una nave que lo lleva a un destino que no desea, Othacehé se sincera y ofrece sus servicios para tareas que no le resulten tan costosas a sus intereses y a su historia. Frente a ellos queda una presidenta transformadora, comprometida y audaz, un Gobierno sólido, capaz y decidido a ir por más y un pueblo dispuesto a no perder los derechos que ha recuperado en la última década. Y, además, muchísimos militantes kirchneristas de numerosas fuerzas políticas del país, que vamos a seguir trabajando para que nuestra Patria no vuelva hacia atrás de la mano de personajes oscuros como Othacehé o simuladores como Massa.

*Diputado provincial de Buenos Aires y responsable de Nuevo Encuentro Pcia. de Buenos Aires

No hay comentarios: